Sur del Annapurna

SUR DEL ANNAPURNA. LA GRAN PARED DEL HIMALAYA.

La cara Sur del Annapurna tiene unos 3000 metros de desnivel, se trata de una de las paredes más altas de la Tierra.
Como sucedió en Los Alpes en los años treinta, cuando los jóvenes alpinistas europeos buscaron el más difícil todavía en las vertientes más abruptas del macizo, la vertiente Sur del Annapurna ha sido desde los setenta, un laboratorio donde se ha experimentado con las nuevas tendencias del Himalayismo moderno.

BRITANICOS. PIONEROS DE LA DIFICULTAD.

Cuarenta años más tarde de que se resolvieran los “Tres últimos problemas de los Alpes” (Las nortes del Cervino, Jorasses y Eiger), el escenario de la vanguardia del alpinismo se traslada al Himalaya de la mano de un puñado de jóvenes Británicos rebosantes de talento y energía.

Chris Bonington lideró esta expedición en la primavera de 1970, el objetivo abrir la primera ruta en la cara Sur del Annpurna. La tarea de trazar una línea en los 3000 metros de pared representaba un reto de dimensiones aun no vistas en el Himalaya.
Fueron necesarios 7 campos de altura, se fijo cuerda a lo largo de prácticamente toda la ruta para que, finalmente Dougal haston y Don Whilans alcanzaran la cumbre. La felicidad por el éxito de la cumbre duró poco, en el descenso una torre de hielo colapso cayendo sobre Ian Clough.

Esta ruta Británica a la Sur del Annapurna, junto con la francesa al Pilar Oeste del Makalu y la alemana en la vertiente del Rupal del Nanga Parbart, pueden considerarse como el inicio de las rutas de alta dificultad a montañas de más de 8.000 metros.

LOS OCHENTA. CATALANES EN ESTILO ALPINO.

Los ochenta comenzaron con una nueva ruta en la Sur del Annapurna a cargo de los siempre recios polacos.
Tambien hubo lugar para la tragedia al principio de esta década, en 1982 el reputado alpinista Alex McIntyre moría por una caída de piedras cuando intentaba, en estilo alpino, una vía a la derecha de la ruta polaca del año anterior.
Pero sin duda la huella más profunda en esta pared en los ochenta la dejaron dos jóvenes catalanes que, en sus propias palabras, subieron la Sur del Annapurna en estilo alpino porque no sabían que era imposible.
Enric Lucas tenía 23 años, Nil Bohigas 26. Estos dos jóvenes firmaron la que es sin duda, una de las mayores gestas del Himalayismo. Se presentaron en Nepal como un par de turistas cualquiera, acompañados por sus novias, se plantaron en el Campo Base de la montaña y regresaron con una de las mejores ascensiones de la historia del himalayismo moderno.

LOS NOVENTA. BEGHIN Y JC LAFAILLE. EL ALUMNO AVENTAJADO.

En 1992 Pierre Beghin era un reputado alpinista; Jean Christopher Lafaille tenía entonces 26 años y sus atrevidas escaladas en solitario en los Alpes le pusieron en el punto de mira de Beghin, quien le invitó a participar en su expedición a la Sur del Annapurna.
Los franceses escalaron en estilo alpino, rápido y ligeros de material. Tras dos días de escalada, cuando ya parecía que las dificultades finalizaban, un repentino cambio de tiempo les obligo a bajar. Agotados y con Lafaille herido en un brazo comenzaron el descenso. Beghin coloca un microfriend en una fisura y comienza el descenso, el seguro salta y el francés se precipita al vacio dejando a su compañero con tan solo 20 metros de cordino de 6 milímetros y un brazo roto. Tras muchos esfuerzos y asumiendo enormes riesgos Lafaille consiguió alcanzar el campo base protagonizando una de las retiradas más duras de la historia del Himalayismo.

El año 1997 tambien nos sorprendió con la pérdida de uno de los grandes. Anatoly Bukrev y Simone Moro intentaban una ruta invernal en esta pared. Bukrev, el kazajo que fue el héroe de la tragedia del Everest de 1996 salvando la vida a varias personas gracias a su esfuerzo, era sepultado para siempre por un alud en las laderas del Annapurna. Moro salvo milagrosamente la vida.

2008. IÑAKI. PURA VIDA

En 2008 el mundo de la montaña sufrió una terrible sacudida. El 23 de mayo de aquel año, después de una lucha titánica por encima de los 7000 metros, Iñaki Ochoa se quedó para siempre en el Annapurna. Durante los días previos a su muerte, himalayistas de elite mundial se movilizaron para ayudar al que fue su amigo y compañero de expediciones. No pudo ser. Iñaki se quedó en su Himalaya.
Ueli Steck, quien ha escrito el último capítulo en la Sur del Annapurna hace tan solo 3 días, fue quien acompañó en la tienda a Iñaki hasta el final.

UELI STECK. “THE SWISS MACHINE”
El alpinista suizo firmo en octubre de 2013 una de las más memorables ascensiones en el Himalaya. 28 horas desde el campo base a la cumbre y regreso. Completamente solo. En palabras del propio Steck “Con esta ruta he encontrado mi limite en escalada en gran altitud”

En los últimos 45 años la sur del Annapurna ha sido el escenario donde el himalayismo de vanguardia ha sentado sus bases. El listón está muy alto, después de la ascensión de Ueli Steck no sé donde puede estar el siguiente peldaño, pero tal vez lo mismo pensaban cuando Bonington regreso a casa con la primera de esta pared en el bolsillo.

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