Estaba sentado delante de Jesús Calleja en su productora, ya hacía más de 10 años que nos conocíamos.
Cuando nos conocimos Jesús y yo trabajábamos de guías en la misma agencia de trekking, por entonces Jesús ya había dejado de cortar el pelo en la peluquería más moderna de León, vendía coches de segunda mano, trabajaba de guía de montaña por todo el mundo y viajaba. Por entonces no le conocía nadie, pero ahora ya era un personaje con el que la gente quería fotografiarse por la calle.
Yo acababa de regresar de Uganda con un grupo y trataba de convencerle de que fuera a grabar un programa al Ruwenzori.
-Jesús es una pasada y además después de la zurra de barro que te metes en la montaña, te acercas a ver a los gorilas. La vegetación más increíble que puedas imaginar, vas desde la selva más espesa hasta glaciares a 5000 m….
Jesús me escuchaba y parecía que la idea le cuadraba, pero desde hacía un rato parecía estar más interesado en los papeles que asomaban de mi carpeta que en mi conversación.
-Enrique, ¿Donde te vas? Que te estoy viendo asomar ahí un mapa de Venezuela.
-¡Me pillaste!, Me voy a Venezuela a rapelar el Salto Angel.
Se le iluminaron los ojos y en ese momento supe que el Ruwenzori y los gorilas iban por el momento directos al cajón.
-Cuéntame Enriquito, ¿Que vas a hacer a Venezuela exactamente?
Le conté lo poco que sabía de la actividad, en resumen se trata de subir hasta dónde cae el Salto Angel, la cascada más alta del mundo con 970 m de caída vertical y entonces rapelarla.
Jesús me contesto:
-Ok, vete para allá, llévate una cámara, un GPS, vuelve con un cuaderno lleno de notas y cuando regreses me cuentas todo hasta el más mínimo detalle.
Así regresé, con mil anotaciones, tiempos, coordenadas, imágenes etc.…después supe que esto se llama hacer scouting, y que este trabajo se convertiría para lo que luego sería un programa de televisión de 7 capítulos que se llamo Desafío Vertical y donde 10 concursantes sin experiencia en montaña se atrevían a rapelar el Salto Angel.
Y así fue como me metí de lleno en la locura del mundo de la televisión de la mano de Jesús Calleja.
Al año siguiente, en Zanskar, la productora de Jesús se volvieron aun más locos y decidieron ir al Everest con los concursantes. Este año no hacía falta tanto scouting de exploración, yo conocía muy bien la zona y Jesús tambien. Aun así me mandaron a una zona fronteriza con Tíbet para grabar los dos primeros capítulos de la serie.
Después llego el rock and roll de verdad, la grabación de los siete capítulos en el Valle de Khumbu. Unas 50 personas de equipo, 40 días de rodaje, ordenadores, cámaras, combustible, equipo de sonido, helicópteros, miles de metros cuerda fija, generadores, combustible… una autentica locura de producción, pero que bien lo pasamos a pesar de lo duro que fue.
El año pasado tambien me toco scouting y grabación de programa, esta vez en Guatemala. Fuimos a grabar al Hoyo Cimarrón un increíble cenote en mitad de la nada. Un agujero a cielo abierto de 200 metros de profundidad con un increíble bosque en su fondo con árboles de más de 30 metros de altura.
Aquí el reto fue logístico y burocrático, montones de reuniones, desde formales encuentros en el Instituto Guatemalteco de Turismo, pasando por marciales reuniones con los comandantes de cada región quienes se encargarían de nuestra seguridad y las reuniones con los dueños de la tierras donde grabaríamos, sin su aprobación no hay grabación aunque lo diga el mismísimo presidente.
Yo ya llevaba en total unos 20 días en Guatemala cuando fue a recibir a mis compañeros de la productora a la frontera con Belice, que alegría verlos y que sudores me entraron cuando empecé a ver los miles de kilos que transportaban. Comienza el rock and roll de alto voltaje de nuevo, recarga baterías, pide permisos de filmación, monta campamentos, compra comida, desarma campamentos, llueve, hasta un terremoto tuvimos… en definitiva otra locura. Yo tuve que abandonar el rodaje 2 días antes del final de la grabación, la razón era de peso, llegue a casa después de 40 días de viaje a y a los tres días me estaba casando. ¡Por suerte mi novia me seguía esperando!
La última aventura Svalbard, a 700 km del Polo Norte. Frío, perros de trineo, ciudades rusas abandonadas y la compañía durante del viaje del humorista José Mota, las risas no faltaron.
Y así seguimos maquinando cosas que por el momento no se pueden contar y disfrutando de la locura de compartir viajes con Jesús Calleja y con todos los compañeros de la productora.